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PORQUE A VECES EL MUNDO... CABE ENTRE DOS PALABRAS

DA VERGÜENZA DECIRLO
Con los ojos vendados,
para que no pudieses recordar el camino,
intenté conducirte
al refugio sereno donde guardé mi vida.
Da vergüenza decirlo,
pero a veces los años construyen una casa
de medios sentimientos,
de verdades medianas,
de pasiones dormidas como animales viejos,
de cenizas y sueños humillados.
Y el cuerpo se acostumbra,
y las sombras apoyan su cabeza
en un pecho de sombra,
y el corazón se siente en paz o se doblega
a una derrota cómoda sin heridas mortales.
Da vergüenza decirlo.
Con los ojos vendados
para que no pudieses recordar el camino,
intenté conducirte
a mi mundo sereno de verdades a medias.
No me ha sido posible.
Esta noche insegura,
que mueve los relojes con la prisa
de tu pulso más vivo,
me envuelve y me repite:
no te ha sido posible.
Esta noche de viento,
que fué soltando amarras hasta quedarse tuya
como un delirio de melena negra,
me llama y me confirma:
no te ha sido posible.
Esta noche de gente
que pasa por las calles con tus ojos,
con la forma que tienes de vestirte,
con tu sonrisa de país lejano,
esta noche me empuja y me convence:
no te ha sido posible.
Y aquí estoy yo,
que voy soltando amarras hasta quedarme tuyo
y camino hacia el mar
con los ojos cerrados,
como una barca deja su refugio,
una barca feliz que se repite:
no me ha sido posible,
porque nada me importa,
sólo tu piel,
la piel de una tormenta.
Da vergüenza decirlo.
LUIS GARCÍA MONTERO


Tengo la sensación de haber luchado muchas batallas en mi vida. Por eso te agradezco que no me hagas luchar esta última batalla, la más importante. Por eso agradezco que entregues tu cuerpo envuelto en una bandera blanca, que me acojas en tu pecho sin tener que entrar por la fuerza, que no me obligues a ganar terreno trinchera a trinchera.
Por eso a veces me pregunto si estoy inconsciente en este campo de batalla. Porque en mi guerra nunca nada tan bueno había sido tan fácil. Y eso hace que te quiera más, porque en esta guerra lo importante no es ganar, sino ganarte a tí; porque no me has obligado a demostrarte que soy la guerrera más fuerte, si no que soy la tuya… la entusiasta guardiana de tus sueños…

Bifidus activo.

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